viernes, 31 de julio de 2015

La música solidaria de Xaquín y "Son Relanzo"

La música solidaria de Xaquín y "Son Relanzo"

El dinero que se recaude con esta iniciativa se destinará íntegramente a financiar proyectos solidarios

30.07.2015 | 02:14
Xaquín Rodríguez Pomares, promotor de "Son Relanzo". // Iñaki Abella
Xaquín Rodríguez Pomares, promotor de "Son Relanzo". // Iñaki Abella

Música para una causa solidaria. Es el proyecto puesto en marcha por Xaquín Rodríguez Pomares, un cambadés afincado en la localidad meañesa de Padrenda que, junto con un grupo de conocidos puso en marcha la asociación "Son Relanzo", cuyo objetivo es colaborar con proyectos solidarios aquí y en el tercer mundo. En marcha el primero de esos proyectos, el disco "Regalos Escondidos" que recoge una docena de canciones compuestas por el propio Xaquín Rodríguez y que está llegando a la calle. "Es un disco sin precio -explica su promotor- cada uno aporta lo que puede".
"Regalos Escondidos" es el título del disco "Xaquín y su banda" que busca llegar al público a modo de...

viernes, 24 de julio de 2015

"Ubuntu", por Lucía Rueda

Cinco colores: azul cyan, azul ultramar medio y azul ultramar oscuro; verde y verde vejiga; formas varias: cuadrados y rectángulos horizontales y verticales; y texturas diferenciadas: transparencias, opacidades, y “vetas” o sutiles incisiones lineales y paralelas en la superficie de la materia coloreada.
Con estos elementos visuales se ha armado un nuevo espacio donde antagonismos entre los colores, formas, texturas y materialidades se resuelven. La composición en el cuadro de estos colores en principio no complementarios, hace posible la potencialidad de cada uno de ellos. Ésta es perfectamente adecuada. Este es el logro. Que se observan bien vivos cada uno de los colores, formando un todo.
Este nuevo orden hace que se conforme un nuevo tipo de belleza. Una belleza que no es evidente, ni convencional, ni estereotipada o “clásica”. Es armónica pero no complaciente.

La obra es de tamaño grande, poco menos que el tamaño de nuestro cuerpo. Invita a parar, a parar todo el cuerpo. A parar todo lo que somos para a adentrarnos en el profundo azul que nos sumerge muy despacio y sin forzar, en un misterio evidente y sereno.

Las pinturas forman parte de la serie Ubuntu 5. 

Ubuntu* es a una actitud ante la vida y una concepción de la felicidad que implica el estado vital de los/as otros/as. Lucía Rueda recurre a la pintura para hacer frente y lidiar con inquietudes y procesos personales, desde un punto de vista existencialista. Relaciona con la pintura lo que pasa y lo que piensa sobre las relaciones personales y humanas cuando se pone Ubuntu por bandera. La analogía de los elementos y procesos pictóricos con las relaciones humanas se da en el intento de funcionar desde ellas en pro de la armonía de los contrarios, de la salvaguarda de las particularidades individuales y en la posibilidad de la realización personal de cada miembro desde los pequeños grupos sociales (familia, compañeros/as, equipos de trabajos, comunidades de base de Iglesia…) y que son extrapolables a las relaciones políticas internacionales y mundiales. Es decir se trata de una analogía con aquellas relaciones humanas que partiendo de la realidad Heideggeriana de ser-unos-con-otros, tienen en cuenta la posibilidad del bienestar del otro como parte de uno/a mismo: Ubuntu.


*
“Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta cerca de un árbol y le dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas.
Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio.
Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron: UBUNTU, ¿Cómo uno de nosotros podría estar feliz si los demás están tristes?.
UBUNTU en la cultura Xhosa significa: “Yo soy porque nosotros somos”.

jueves, 23 de julio de 2015

"A la intemperie": mejor cd 2015 de los Premios David


"El amor, las emociones, la lucha por la justicia, las vivencias más personales y la confianza absoluta en que es posible hacer un mundo mejor impregnan estas canciones y dan forma a unas letras muy cuidadas que, en ocasiones, se han definido como pura poesía social.


Entre los catorce temas grabados se encuentran algunos ya muy conocidos porque forman parte del repertorio en directo de los últimos años (Pongo mi vida en tus manos, Cuando no pueda más, A la intemperie…). 

Fiel a su idea de aunar música y solidaridad y de implicar en esa propuesta a quienes participan de sus discos, todas las personas que han colaborado con Luis Guitarra en esta grabación (arreglistas, músicos, técnicos, diseñadores…) lo han hecho desinteresadamente.

Al igual que en los discos anteriores se ha renunciado a los canales habituales de distribución comercial y el cd se distribuirá desde la filosofía del “precio libre” destinando todos los fondos que se puedan recoger a la financiación de las actividades y los proyectos de desarrollo humano realizados por la ONG Como tú, Como yo en España, África y América Latina."  (Reflejos de Luz, 2014)


Felicidades, Luis!!!  y gracias por seguir aportando 

tu genialidad a la música

La historia de... DELIA GÓMEZ

ENREDADA: 
ESTA ES MI HISTORIA

Enredarse y salir de los enredos es un arte complejo. Y andar enredando a otros es ya toda una filigrana. Pero también, como todo arte, ¡¡un placer!!  Siempre fui una “enredanta”, o una “lianta” como me decía mi familia. Alguien me llamó también “De-lia-nta”. Luego supe que en valenciano se decía “enredraora”, y me gustó, por eso he titulado así mi historia.
Desde bien pequeña andaba enredando y liándome en cosas... liaba a mi madre para que nos hiciera comida a todas las amigas, o me invitaba a casa de ellas, o en las noches de verano aquello de “mamá, no me hagas bocadillo que ya me lo ha hecho la señora Pilar”, o “¡déjame que me quede a dormir!” o “esta noche se queda la Eli, díselo tú a su madre que si se lo dice ella no le deja”..., lógicamente, la gran mayoría de las veces no nos dejaban, para esas ocasiones habíamos ideado una especie de código que nos transmitíamos a través de la pared de nuestros dormitorios. Y si no a mi abuela Carmelina ¡cómo la liaba a la pobre! Tenía que hacer verdaderos esfuerzos por no caer en mi red.
Todo el tiempo andaba liada o liando... a mi hermano lo enredaba de tal forma que acababa haciendo lo que yo quería ¡qué bueno mi hermano! O a la pandilla para que jugásemos a lo que yo me inventaba, “gobernanta” me llamaban ellos, y razón tenían! Ya me las arreglaba yo para convencerles!
En esos años se formaron otros líos en mi vida que no fueron precisamente ideados por mí, y que, aunque recuerdo vagamente, no me dejan buen sabor de boca. Eran los líos de mis padres, que producían en mi cabeza y en mi corazón ese otro tejido de sabores amargos y densos...
Mi padre era camionero y viajaba mucho, a veces durante semanas. De hecho cuando yo nací él no estaba en casa, y cuando le dijeron que el bebé era una niña, no tuvo prisa en venir a verme ¡tenía que haber sido un niño!
Y como eran habituales esos largos viajes no diferenciaba cuando las ausencias eran por trabajo o por problemas entre él y mi madre. Hubo varias de esas (según me contaron después), pero sólo recuerdo una ocasión en que me mandaron a la tienda (tendría yo 5 años) para que no viese que mi padre se marchaba. Pero llegué antes de que él se fuera, y se despidió de mí llorando y abrazándome de un modo que no acostumbraba; al entrar en casa mi madre también estaba hecha un mar de lágrimas, y mi tía consolándola “¿pero qué pasa? ¿por qué lloráis? ¿por qué se ha ido el papá llorando y con la maleta?” No recuerdo si obtuve respuestas... pero sí la sensación de que ese viaje no era como los otros. Mi mente y mi corazón no supieron salir entonces de aquel enredo.
Esos años fueron también el tiempo de una incipiente responsabilidad, sobre mí, sobre mi hermano y sobre mi madre a quien el médico recetó reposo casi absoluto por una grave lesión de corazón. Así que, aun si comprender apenas, supe salir de aquel entramado de gente mayor, o quizás quedé prendida en él, engullida por un ser adulto que nadie me había presentado.
Y en unos y otros enredos anduve en Requena, donde vivía, o en Sinarcas, donde pasaba todos los veranos, hasta los 10 años, cuando mi padre aprobó una oposición para conductor en la Diputación y nos trasladamos a Valencia.

Así quedaron atrás mis primeras vivencias, mi primera mejor amiga, aquella primera pandilla, o la libertad de andar sin riesgo por las calles, para pasar al “¡ten cuidado, que Valencia no es Requena1”.
Mi vida se había enredado en algo nuevo y desconocido, pero a pesar del vértigo y que separarme de Elisa me resultó muy doloroso (estábamos muy muy unidas) creo que lo afronté con valentía.
Y bien que me espabilé!!  Tuve que habituarme rápido a cruzar mirando los semáforos, a coger el autobús para ir al colegio, a tener el tiempo justo para comer, a nuevos profesores, nuevas compañeras, nuevos amigos...  ¡Eso sí que fue un lío, pero grande!  Aunque creo que soy una persona que se adapta bien a los cambios, así que tiré p’alante!!
Los nuevos enredos tenían otros matices, otras caras. El primero surgió al tener que poner distancia entre Requena y Valencia, me resistía a perder el contacto con lo que dejaba atrás, así que enredaba a mi padre cada vez que íbamos a Sinarcas  para que parásemos en el barrio para estar un rato con mis amigos.

En apenas dos años mi vida se había enredado con nuevas experiencias. Las cosas prácticas ya habían tomado su sitio, y empezaron a entrar las del Espíritu, se me presentaron en el colegio, y se incorporaron de un modo natural y sencillo en mi vida diaria. Conocí y experimenté la oración personal, la oración comunitaria, la alegría de sentirme hija de Dios y  de tener un montón de hermanos nuevos. Empecé a descubrir un Dios Padre-Madre, amoroso, paciente, tierno, que olvidaba mis pecados y me acogía incondicionalmente.
Este Dios me enseñó también a Jesús, cercano y  Superstar a la vez, el de las Bienaventuranzas, el de la comunidad, el de los pequeños, el de la alegría... Me trajo a Francisco de Asís, el valor de la pobreza, de la humildad, del asombro ante la creación, la perfecta alegría...
¡Fue el “Enredo Definitivo”!   Porque este Dios me enredó con lugares y espacios donde la Vida del Espíritu es la vida real, la cotidiana y la de los domingos, donde la música acuna las relaciones, las comidas o la oración, donde el arte entra por los poros y se expresa en los actos, las miradas, las paredes, el silencio...
MAS DE CABALLERO, LA CASA DE LA CAÑADA, SANTA CATALINA DEL MONTE, ASÍS, PUEBLO DE DIOS, LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA, EDEN, EL MULTIFESTIVAL DAVID, EL RACÓ DE SANT FRANCESC, TERRIENTE... ¡Había encontrado mi hogar!   Y me quedé allí, en el DIOS DE LA VIDA, esa “casa de todos”, habitada por personas diversas, de lugares distintos, con experiencias diferentes que manan todas de la misma FUENTE.
Y en estos líos andaba cuando Dios trajo a mi vida el que me la iba a enredar ya para siempre, MARINO. Nos conocimos en uno de los encuentros para jóvenes de los varios que se hacían cada año los franciscanos en Santa Catalina del Monte (Murcia). Él vivía en Murcia, y estaba muy ligado a los franciscanos. Yo venía desde Valencia con mi grupo de oración del colegio (nos llevó otra gran persona muy importante en mi vida, Pilar Jiménez). Cuando nos conocimos aún no lo sabíamos, pero Marino y yo teníamos muchas muchas cosas en común... enamorados de Francisco y Clara de Asís, el Jesús liberador, la música, la oración compartida...  encuentro tras encuentro, carta tras carta, lo fuimos descubriendo.
Y nos fuimos enredando, él a mí en sus cosas y yo a él en las mías ¡todas nos entusiasmaban! Era fácil compartir con él, porque teníamos un mismo sentir, tanto que ni la distancia ni el tiempo pudieron acabar con la que teníamos montada. Así que, después de casi 9 años de idas y venidas en autobús o en tren, viajes de 5 horas (o hasta 10 si era en el borreguero), enredando a  amigos y amigas para  dormir en sus casas o para poder hablar por teléfono una vez a la semana, finalmente   ¡nos liamos pero bien liados!  ¡NOS CASAMOS!
Es fácil imaginar que nuestra vida en común -antes y después de casarnos- ha estado bien lejos de ser tranquilita y monótona... siempre hemos andado enredados en cosas, con personas y proyectos. Quisimos que nuestra casa fuese también la casa de todos. Era raro el fin de semana o las vacaciones, o semanas enteras (incluso meses) en que no había en casa alguien conviviendo, con quien enriquecerse, hermanos de otros grupos, de otras comunidades, de otros países, acogidos de prisión o de Proyecto Hombre... ¡siempre un placer, una riqueza y un disfrute inmensos! Y del mismo modo ha sido (y es) una gozada sabernos acogidos en las casas de todos. Es lo que yo llamo “la comunidad deslocalizada”.
Nos enredamos con los carismáticos, convivencias, encuentros, la oración semanal impregnada de cantos que expanden el alma, despertando más y más a la vida del Espíritu. Participando en los festivales vocacionales conocimos también una forma de cantar de Dios tan abierta que nos parecía casi increíble: Alborada, Luis Alfredo, Rockangular, los focolares con la Historia que Cambia... ellos fueron el germen de Edén.
Desde luego, todo aquello nos enredó bien. Cuando los que luego serían los músicos de Edén regresaron del David de Toledo, nos hablaron de más gente que vivía y expresaba su fe desde el arte, desde aire fresco que el Espíritu:  “¡Al año que viene tenéis que venir todos!”
Y así fue, al año siguiente nos embarcamos en el David de Alcalá... ¡madre mía! ¿Pero qué era aquello? Siro, Alberto y Emilia, Brotes de Olivo, Migueli, Xaquín, Llovio, Sandalio y la comunidad de los Hijos de la Paz, Pueblo de Dios, los Ashera, los Vivar, los Urca, los encuentros de comunidades, la Roqueta, la Ruta de Gent Jove... ¡Tanto y tanto de repente!  Os podéis imaginar lo fácil que resultó volver a enredarse con esa fuerza y ese entusiasmo que nos arrastraba. Tal fue así que se generó un compartir fuera de lo que hubiéramos esperado nunca. Comenzaron los conciertos en los que participábamos todos, hasta el punto que mucha gente no sabía quién era quien, o qué canciones había compuesto cada grupo: Brotes, Almudena, Alberto y Emilia, Migueli... ¡Eso sí que fue un lío!  Un lío maravilloso que duró varios años y que creó lazos mucho más allá de la amistad, que en su gran mayoría perduran hoy.

En medio de esa vorágine, apareció Terriente como un bálsamo para la salud que en un momento dado sufrió un duro revés. Los hermanos de san Juan de Dios que formaban la comunidad nos abrieron a un modo de enfocar la vida y la salud como un todo inseparable: el cuerpo, la alimentación, la espiritualidad, la mente, las emociones... no pueden ir separados, y hay que tratarlos como un todo, en “modo persona”. Y Dios empezó a tener para nosotros un sentido más UNO, la creación tiene el mismo valor que una sola célula, la mente no tiene distinta importancia que las emociones, ni al espíritu y al cuerpo hay que tratarles de diferente manera.
Fue un descubrimiento de tal magnitud y hubo tal sinergia con los hermanos que en cuanto nos propusieron formar una comunidad mixta (seglares y frailes) dedicada a trabajar con las personas desde esa dimensión UNA, nos enredamos sin remedio. Y durante los años que duró la experiencia fue una riqueza inmensa a todos los niveles, que marcó nuestro modo de enfocarnos también como familia.

Poco después llegaron ellos: SAMUEL y URIEL, dos ríos de agua viva que inundaron de luz nuestra existencia. ¡Ahora sí que se nos había liado bien la vida!  Empezaban las noches sin dormir, las largas horas en urgencias, pero sobre todo los juegos, el disfrute desinhibido, las risas, el gozo de tenerlos en brazos, de darles de mamar... Siempre a ciegas (así es la educación de los hijos) pero intentando dejarnos guiar por la pedagogía de Dios, han ido creciendo y haciéndose a sí mismos. Y hoy los vemos orgullosos de en quiénes se están convirtiendo, intentando seguir acompañando su camino y sus decisiones, sabiendo que “no son nuestros hijos, son los hijos de la vida”.

Hasta hace 4 ó 5 años, el tiempo era prácticamente para ellos, y sus líos desplazaron a otros líos, aunque no del todo, porque, como un bumerang fueron regresando, con sus adaptaciones correspondientes. Y los años trajeron nuevas caras, nuevos lugares, nuevas iniciativas... la NAO, los EACs, Luces en la ciudad, ASSISI...
Los encuentros, las personas, los proyectos de ahora se han ido enredando con los de antes, dando lugar, más que a un enredo, a una GRAN RED, porque se van entrelazando entre sí unos y otros. Y me encanta estar ahí, saberme en la red, ver cómo Dios hace y deshace y sentirme instrumento, suyo y del mundo.

Releo cuanto he escrito y compartido con vosotros, y me brota espontáneo el poema de Casaldáliga:
Al final del camino me dirán:
“¿Has vivido? ¿Has amado”
Y yo, sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres.

¡GRACIAS, DIOS!  ¡GRACIAS, HERMANOS!  ¡GRACIAS, MADRE TIERRA!







martes, 14 de julio de 2015

EAC 55: Arte-Sanos de la Paz (II)

Hace un par de años me traje alguna perlita: "O es fácil o es imposible", esta vez me ha llegado –más todavía– la bonhomía de quien nos acogió (y su correspondiente en femenino) y alguna de sus palabras "La pretensión de estar siempre bien es una tentación diabólica" –o algo así–.

El valor y la búsqueda de las "paces imperfectas", en contraposición con la PAZ teórica que cada uno traduce arrimándola, como ascua, a su sardina (equiparación con la "tensión del REINO", que "ya está pero todavía no")




Los poemas de Amparo que, casi sin conocerrnos, nos los dejó; y en ellos su corazón y su alma abiertos...

Las fotos de lo cotidiano... si sabemos mirar...

El testimonio de Delia; una vida a tope siguiendo SU huella (como si na)...

La necesidad de hacernos chiquititos para volver a la pureza original...


Los pasos y las dudas para una simbiosis entre pintura y música, no para hacer bonito –que también– sino para una confluencia "en el FONDO"...


La generosidad de las chicas, que se hicieron cargo –ellas solitas– de los mosquitos del atardecer...
La paella, las tartas, las comidas, las...
(Yo me perdí "Tales la nuit", pero no sé si se podría comentar (todavía no he leído el periódico)


Un beso.

Martín










P.D.:
Seas o no "artista", ¡anímate hombre! (o mujer) para el próximo Encuentro de Artistas Cristianos. ¡Seguro que puedes aportar!

viernes, 10 de julio de 2015

EAC 55: Arte-Sanos de la Paz (I)

Así ha sido la convivencia de este fin de semana en el Racó. Ha sido una realidad sonora, clara, cuyas vibraciones siguen cantando al viento, verdadero templo divino, con el deseo vehemente de que tanta belleza y melodía no quede enclaustrada en el recinto de cada uno. Todo un eco indecible, inefable que sigue acariciando la copa de todos los árboles del Racó y se percibe su aliento y su aroma en todos nuestros corazones gozosos.
Davi
Una convivencia CON LA PAZ, SOBRE LA PAZ Y DE PAZ. Así lo expresaba y manifestaba Davi, quien con palabra humilde, como lo hacen los sabios, iba desgranando los secretos sapienciales de la paz, que él transmitía con su palabra sencilla, abierta y acogedora. Sus efectos se veían y se manifestaban en cada uno de los que lo escuchábamos.
Al frente, al menos desde la perspectiva de servicio, la incombustible Delia. Ya desde el jueves estaba en el Racó, previendo cada una de las situaciones en las que nos íbamos a encontrar:
Si a alguien le faltaba un bolígrafo: Delia que…
Si, en cambio, era el folio lo que necesitaba: Delia, es que…
Si en la cocina era la duda lo que imperaba: Delia, es que…
Delia
Si, incluso, alguien no sabía donde rehacerse del profundo sueño, o, sorpresivamente y a horas intempestivas, alguien hacía su entrada en nuestro sufrido Racó : Delia, no sé… hay para mí…
Y para todo, y con calma, Delia encontraba la solución que convenía.
Kitty
Había alguien que tenía especial interés en que algo del horario se cumpliera. Y tenía especial habilidad. Todo lo enmarcaba en una sonrisa: venga, vamos... que se hace tarde…Y…un poco a remolque, como arrastrando los pies, es verdad; pero , ella conseguía siempre su objetivo. No pierdas nunca la sonrisa, Kitty.


Paula
¡Ay, Paula!; hasta el nombre le llegué a cambiar, llamándola Andrea. Lo suyo era expresar; y, siempre, con el acierto oportuno. Podía ser la flauta, y era un fondo de belleza, que contemplabas el cielo y la tierra en profunda sintonía; si había que corregir, aumentar, proyectar o discernir ahí estaba la palabra oportuna de Paula. Su esencia la oportunidad. El EAC ha gozado de la presencia de Paula.


Joseba
Algo susurraba en el viento; bueno susurrar es un decir. Algo atormentaba y gritaba con la fuerza de un huracán: ERA LA VOZ INDESCRIPTIBLE INENARRABLE Y SIEMPRE AUDIBLE de Joseba. Eso sí; nadie podía excusarse, por más duro de oído que estuviera, que no se había enterado. Pero lo que más llamaba la atención en él, todo y ser profundamente llamativo lo anteriormente expresado, era su total disponibilidad. Igual tenía el chiste oportuno, como la expresión que convenía; el gesto de ayuda, como la jota que nos enardecía. Igual sabía estar en la sombra del anonimato, no olvidemos que vive en Avellanosa, como ser el primero. Y fue el primero que llegó al Racó. Y todo desde DESDE EL SABER HACER NO HACER, Y ESTAR SIEMPRE HACIENDO. Es esa la corriente que fluye y se desliza.
Bueno, y así iríamos presentando a todos los hermanos que han hecho posible este EAC, y a todos los que lo hemos disfrutado. El tema ha sido la paz; en cambio, el misterio real vivido, como misteriosamente soterrado en vida en todas las entretelas del Racó, ha sido el gozo y la alegría compartidos. Es lo que aparecía en nuestras comidas, encuentros, charlas, plegarias, y, con un acento especial, en nuestra eucaristía sin fin y gozosamente compartida. Lo notábamos en nuestro respirar, en nuestra mirada y hasta en nuestro modo de caminar. Todo reflejaba la alegría y el gozo que había hecho su morada en la intimidad de nuestro corazón.
LLopis

domingo, 5 de julio de 2015

EAC: encuentro de artistas cristianos, también a través de las redes

Este blog surge como necesidad de estar en comunicación, como lugar de encuentro para todos los que integramos esta pequeña comunidad de artistas cristianos